Es impresionante todo lo que he aprendido en un lugar que llevo trabajando ya 11 años.
Por consecuencias de la vida he estado trabajando dentro de una institución pública y a la par haciendo proyectos de free-lance. Hasta hace dos años se me ocurrió hacer maestría, siempre me dije que tendría que trabajar mucho para poder pagármela.
Obviamente no inicié en esta institución cuando terminé la carrera. Hasta que un conocido necesitaba de un diseñador. Así fue como inicié aquí. De ahí, como todos los diseñadores, empecé a abrirme camino entre proyecto y proyecto. Empezaron hacer más importantes en cuanto a magnitud y alcance. Las ganas de hacer una maestría se fueron durmiendo, uno se empieza a distraer con otras cosas, como por ejemplo, comprar carro, viajar y ver lo de un departamento, hacerte independiente.
La inquietud de la maestría volvía al momento de que compraba libros y revistas, que a veces no leía del todo.
Entre ofertas de trabajo que te surgen, y por supuesto siempre viendo la manera de poder acoplarlo con el trabajo fijo que he tenido. Muchas veces no me alcanzaban las horas.
Uno se cree SUPER DISEÑADOR, pero la verdad dejas muchas cosas atrás. Indudablemente la familia, amigos hasta relaciones. Todos sufrimos esas etapas, supongo.
No me arrepiento, uno tiene que pasar por cosas, siempre hay dos opciones: 1. Seguir. 2. Cambiar. Bueno me fui por la segunda opción.
Puedo decir que ha sido todo un reto. Llevo una relación de dos años y seis meses. Bueno que les puedo decir, hasta ahorita me voy conociendo.
Nuevamente surgió la inquietud de la maestría hace un año y medio. Este año la terminé. Ha sido un sueño hecho realidad. Entre trabajo de oficina, free-lance, convivir con amigos y estar con el prometido: Es todo una agenda apretada.
Pero no hay duda, cuando estás maduro y persisten tus sueños todo es posible.
“Siento que no he vivido del todo, toparme de trabajo para comprar y obtener cosas materiales hace en un momento dado que olvides tus inquietudes que uno como universitario soñabas. Bueno todos comenzamos cuando queremos cambiar. Ahora cada día es una aventura para mi.
Créanme me ha sido más fácil trabajar, laboralmente hablando, que las relaciones interpersonales. Que por cierto aunque tu maestría sea a través de Internet, uno tiene que aprender hacer tolerante con la gente. La gente es la misma en todos lados, y eso no se enseña en la universidad, ni en casa, sólo con el trabajo constante te das cuenta.
Soy diseñador gráfico que está diseñando su vida, es la tarea más difícil que cualquier ser humano está expuesto cuando quiere dejar huella. A esto me refiero a lo personal y profesional. Jajajajaj de eso se trata la vida ¿no?”.
Abril / 2010
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